El dolor de espalda es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. A menudo la atención que reciben las personas con dolor de espalda es complicada, ineficaz y, en ocasiones, que no ayuda tanto como esperamos.
Las creencias erróneas sobre el dolor de espalda están asociadas a mayor dolor, discapacidad, ausentismo laboral, uso de medicamentos y búsqueda de atención médica. Estas creencias que no ayudan en el dolor de espalda son comunes en personas con y sin dolor lumbar, y pueden ser reforzadas por los medios de comunicación no rigurosos científicamente, grupos con conflictos de interés y profesionales de la salud que (aunque bien intencionad@s) no están actualizad@s científicamente en las causas y tratamiento del dolor de espalda.
En esta entrada de blog te traemos 10 hechos importantes sobre el dolor de espalda, que pueden ayudarte a cambiar las creencias que tienes y a tener una imagen más realista de por qué duele y qué puedes hacer para mejorar tu situación.
Estos hechos están sacados de un artículo de Peter B O’Sullivan y colaboradores. El Dr. O’Sullivan es uno de los fisioterapeutas investigadores que más trabajos ha publicado sobre el dolor de espalda y lumbar, y es reconocido internacionalmente como un destacado clínico, investigador y educador en el manejo de trastornos de dolor complejo.

Nos invita a tod@s l@s profesionales que ayudamos a personas con dolor a informar sobre los siguientes puntos, y desde Gurea hemos decidido haceros un pequeño resumen para que lo tengáis a mano.
Por si no conoces nuestra filosofía de trabajo, también te dejamos el enlace a otra entrada del blog donde explicamos cómo trabajamos. Educar a las personas en su problema forma parte de nuestro ADN y gracias a trabajos como este, nos podemos mantener actualizad@s y ofreceros una asistencia honesta y adecuada respecto a la investigación actual.
Estas recomendaciones deben ir acompañadas siempre de la asistencia de un profesional de la salud. En Gurea estaremos encantad@s de ayudarte.
Ahora sí, vamos con los 10 conceptos que todo el mundo debería saber sobre el dolor de espalda:
1. El dolor de espalda persistente o de larga evolución puede dar miedo, pero raramente es peligroso

Puede ser angustioso y puede limitarte, pero rara vez pone en peligro tu vida.
2. Hacerte mayor no es una causa para el dolor lumbar
Aunque sea una creencia muy extendida que hacerte mayor empeora tu dolor de espalda, la evidencia científica no lo respalda, y no puede tomarse como causa suficiente por sí sola.
Los tratamientos para el dolor de espalda basados en la evidencia científica pueden ayudar a cualquier edad.

3. El dolor de espalda está raramente asociado a una lesión seria del tejido

Las espaldas son fuertes. Si tienes alguna lesión, durante los posteriores 3 meses se suele dar un proceso de regeneración/cicatrización; y si persiste el dolor pasados esos 3 meses, suele significar que hay otros factores que pueden estar contribuyendo.
Muchos dolores de espalda empiezan sin lesión o con un movimiento simple diario. Estas situaciones suelen relacionarse con el estrés, tensión, fatiga, inactividad, o una actividad a la que no estamos acostumbrad@s, y hacen que la espalda esté sensible al movimiento y a la carga.
4. Las pruebas de imagen raramente muestran la causa del dolor de espalda
Las pruebas de imagen solamente son de ayuda en una minoría de personas. Hay muchos hallazgos que suenan aterradores que se pueden notificar en una prueba de imagen. Por ejemplo, hernias de disco, degeneración discal, protrusiones, artritis…
Desafortunadamente, no en todos los informes dicen que estos hallazgos son comunes también en personas SIN dolor de espalda, y que por lo tanto no predicen la cantidad de dolor que puedes tener o lo limitado que te debes sentir.
Las pruebas de imagen cambian con el tiempo, y la mayoría de los prolapsos de disco suelen encoger y reabsorberse con el tiempo.

5. El dolor de espalda durante el ejercicio y el movimiento no significa que te estés lesionando

Cuando el dolor persiste, es común que la espalda y los músculos de alrededor se vuelvan sensibles a la palpación y el movimiento. El dolor que sientes durante el movimiento y las actividades refleja como de sensible están tus estructuras, no cómo de lesionadas están. Así que es seguro y normal sentir algo de dolor cuando te empiezas a mover y a hacer ejercicio (siempre supervisado por un profesional sanitario). Esto habitualmente se resuelve con el tiempo cuanto más activ@ te vuelves. De hecho, el ejercicio y el movimiento son una de las vías más efectivas para tratar tu dolor de espalda.
6. El dolor de espalda no está causado por una mala postura

Cómo te sientas, te levantas y te doblas no causa tu dolor de espalda (siempre que tu puesto de trabajo sea cómodo y funcional para las tareas a realizar), aunque estas actividades sean dolorosas a veces.
Hay una gran variedad de posturas que son sanas para la espalda. Es seguro relajarte durante las actividades de tu día a día tales como sentarte, agacharte o levantar pesos con la espalda doblada. De hecho, ¡esto último es más eficiente!
7. El dolor de espalda no está causado por un CORE débil
La debilidad de tu faja abdominal no causa tu dolor; y es más, tu CORE se pone tenso y muy activo cuando tienes dolor de espalda, como reflejo protector.
Esto es como apretar el puño después de torcerse la muñeca. Estar fuerte es importante cuando necesitas que tus músculos estén activos, pero estar tens@ todo el rato no ayuda. Aprender a relajar el CORE durante el día a día puede ayudar más.

8. La espalda no se desgasta con la carga y actividad diaria
Lo mismo que levantar peso hace que tus músculos estén más fuertes, moverte y cargar la espalda hace que esté más fuerte y sana.
Así que, actividades como correr, doblarse, agacharse o levantar pesos, son seguras si las empiezas progresivamente y las practicas regularmente. Moverte le viene bien a tu dolor de espalda.

9. Los brotes de dolor de espalda no significan que estés lesionándote

Aunque sean muy dolorosos y den miedo, los brotes de dolor de espalda normalmente no están relacionados con una lesión del tejido. Los desencadenantes más comunes son un mal descanso, estrés, tensión, preocupaciones, bajo estado de ánimo, inactividad o no estar acostumbrad@ a la actividad que acabas de realizar.
Controlar estos factores puede ayudar a prevenir estas exacerbaciones; y si tienes algún brote de dolor de espalda, en vez de tratarla como otra lesión más, trata de estar calmad@, relajad@ y seguir moviméndote en la medida de lo posible.
10. Las inyecciones, las operaciones y las medicaciones fuertes (como opioides) normalmente no son la cura para el dolor de espalda
No son una vía muy efectiva para tratar el dolor de espalda persistente a largo plazo. Vienen con riesgos y pueden tener efectos adversos que no ayuden.
Es clave encontrar vías de tratamiento con poco riesgo y que seas tú quien tenga el control sobre las mismas.
